CERRÓ CHAPARRI

Me conto el veterano .Jorge sobre la existencia de un cerro que tiene  su silueta  parecida a la de un Buque como el “Huáscar”, este  es el “Cerro Chaparri” que se encuentra la comunidad campesina de Santa Catalina en Chongoyape.
 
Nos relata que es una leyenda tenebrosa y que encierra a un pueblo muy antiguo llamado Ferreñafe, que por encantos quedó oculto con todas sus riquezas  en oro y plata, tomándose como lugar inaccesible y de mucho miedo para los viajeros de los pueblos cercanos de Batan Grande y Chongoyape.
 
Dijo también Don Carlos que es  vecino de Jorge, afirma que estos cerros por las noches se escuchaban  unos gemidos de lamentos y resplandecían unas luces  como las de un volvían en erupción, que producían bastante miedo y a todo aquel que se atrevería a pasar cerca del cerro encantado se lo comía. Algunas veces  solo regresaban las bestias de carga que deambulaban perdidos por los matorrales y que luego se convertían en animales salvajes y ofensivos.
 
Este Cerro Chaparri es un gigante de piedra que constituye un hito geográfico de color azulado  que su pilco más alto se pierde en el cielo cubierto por las nubes, y que no se ha sabido de alguna persona que ya lo haya traspuesto, conociéndote únicamente que existen variedad de animales que son cazados por expertos que se las ingeniaban a sus faltas por las serranía de la Libertad.

La Cruz del Cerrillo encantado (Monsefú)



Cuentan los ancianos que en el sitio denominado el Cerrillo estaba encantado y que el demonio se quería apoderar de ese lugar, dicen que a las 6.30 P:m. salían del cerro unas personas que se aproximaban a la cuidad y empezaban a charlar con las personas del pueblo  a decirles que se vayan con ellos porque si  se iban con ellos. Se volvían ricos y que en aquel cerro había mucho oro y así algunas personas avaras se iban con ellos y nunca más regresaron.
Dicen que en el cerro había una cueva y cuando entraron las personas al cerro esta se cerró y las personas gritaban. En  la media noche las personas que habían entrado, salían del cerro mostrando el oro que había dentro  y al amanecer desaparecían por arte de magia.
Cuentan también que querían llevar a todas las personas y así es como aquel  entonces decide bautizar el cerro y así es como a las 12 del medio día todas las personas salen en procesión hacia el Cerrillo dando alabanzas a Dios y cargando una Cruz.
Llegaron al cerro toda la gente reunida alrededor empezaron a orar a Dios  mientras  que escarbaban un hueco para poner la Cruz una ve puesta la Cruz el padre bautizó el cerro y a las 12 de la noche se escuchaba gritos, ruidos como temblor y a la otra noche el diablo se había marchado de ese cerro para siempre.

LAS MALAS ALMAS EN MORROPE



Según cuentas los antiguos pobladores de Morrope, dicen que  a partir de las 12:00 Pm de la noche salían de la vieja iglesia un cura sin cabeza, una viuda vestida de negro llorando por las calles; animales encadenados y otros; eran almas que estaban con el diablo que salían en busca de personas que encontraban  en la calle.

Que el cura sin cabeza, vestido de blanco salía a dar vueltas por la iglesia y luego se iba al parque  y si encontraba a alguien lo mataba  a isntante. Es decir, le chupaba la sangre: cuando quería amanecer en día, el cura se ocultaba en la iglesia vieja de donde venía. Que la viuda vestida de negro salía de la iglesia vieja llorando por sus hijos en busca de alimentos, y esos alimentos eran personas y que si encontraba a alguien le seguía hasta chuparle la sangre. Dicen que la viuda recorría todas las calles de Morrope hasta encontrar a alguien.
Los animales encadenados como: cerdos, toros. Salían del agua a las 12:00 de la noche encadenados de su cuello, corriendo todas las calles de Morrope. Gritando con fuerza y que si encontraban a alguien lo mataba, también cuentan los pobladores que salía un caballo a todas galope corriendo por todas las calles, que también de la iglesia vieja sale una carreta con unos diablos gritando por las calles de este Distrito. Chupando la sangre a cualquiera que encuentren.

Ahora en estos días estas malas almas salen de vez en cuando y ya no como antes que salían diariamente que la gente tenía mucho miedo: ahora la gente  sale a cualquier hora, porque estas malas almas ya están que se pierden y ya no se escucha como antes. Acá en Mórrope se le ha considerado a las 12:00 de la noche como mala hora porque salían esas malas almas.

HISTORIA DEL CERRO LA RAYA (Tucume viejo)



Se dice que antes el cerro del caserío la Raya, era muy peligroso porque tenía un lado por donde pasaba la gente e inexplicablemente se desaparecían, muchos pobladores dicen que el cerro tenía un encanto que hacía, que la gente , que pasaba por ese lado moría o desaparecía.

Después de   tanto daño que causaba vieron la forma de volteársela la cara hacia otro lado donde no pasaba la gente, pues fueron trece brujos para que le voltearan la cara, pero los trece brujos  desaparecieron  y desde ahí surgió el nombre “Cerro la Raya” por qué a un lado donde está el cerro, había una laguna y en esa laguna había un pez  llamado Raya.
La laguna  nunca se secaba  porque está la Raya, la gente  que lo veía al pez la Raya le tiraban relés, sogas  y otros objetos para poder cazarla, pero nunca podían cazarla y de tanto un día un señor le tiró un balazo para matarla y así poder cazarla, pero en lo que le disparó se desapareció el pez Raya y nunca más lo volvieron a ver y la laguna se fue secando, y el señor a los día murió.

La sirena (Pimentel)



Cuentan los antiguos pobladores de Pimentel, que hace mucho tiempo vivió una viuda que  vivía con su hija de 17 años, a esta muchacha le gustaba bañarse en la playa antes del atardecer, pero a su madre no le gustaba que su hija hiciera eso, por lo que siempre le reprendía . Pero la muchacha no le hacía caso y seguía bañándose  en la playa.
Un día, su madre le mando una maldición. Diciéndole que si se volvía a meter al mar se convertiría en sirena y jamás volviera a salir de él. Pero la muchacha no le importó lo que le dijo su madre por lo que una tarde antes de que se ocultara el sol, se fue a bañarse y al meterse al mar nunca volvió a salir y quedo convertida en sirena.
Cuentan los pescadores que cuando salían a pescar en botes de vela hacia la isla Lobos  de Afuera aseguraban haber ido a la sirena cantar.
Mayormente  se le escuchaba por la noche y por la madrugada, por lo que la oscuridad y la densa neblina les impedía verla. Cuando la embarcación se acercaba al sitio donde se encontraba la sirena; esta se sumergía al agua oyéndose el ruido del agua. Algunos pescadores afirman haber visto a la sirena en la orilla del mar cantando y tocando su guitarra. También hay algunos que dicen haberla visto en estos  tiempos.

El Toro encantado del cerro la Raya (Tucume)



En el cerro de la Rato en Tucume. En ese cerro se encontraba un Toro encantado, que siempre lo veían, a este Toro; era de un color mulato y atacaba a los campesinos o bien desaparecía sin dejar rastro alguno.
Un día una anciana que pasaba por dicho cerro, acompañada de su perrita, vio a este animal y a mucho más. Se dirigió hacia ellos. Ellos entraron en una cueva para ver esto la anciana entro a la cueva para ver que ocurría y no más volvió a salir de ella. Los pobladores de esta comunidad preocupados por la desaparición de una anciana muy respetada llamada Carmen, se dedicaron a buscarla y solo encontraron al Toro mulato, acordaron ir a día siguiente y llevar cadenas de acero para atrapar al toro encantado. 

Al día siguiente fueron al encuentro del toro mulato y lo encontraron justo a tiempo, lo rodearon son que el Toro se diera cuenta y cuando estuvieron cerca le ensartaron las cadenas. Al verse atrapado el Toro, simplemente desapareció y dio un grito horroroso y muy amargo. Desapareció para siempre. La anciana salió de la cueva y los pobladores se la llevaron hacia su casa. Se supo que dentro de la cueva hay de todo, no falta de comer, vestir de todo. Pocos años después la anciana falleció y nunca más se vio algo semejante.