Cuentan los antiguos pobladores de Pimentel,
que hace mucho tiempo vivió una viuda que
vivía con su hija de 17 años, a esta muchacha le gustaba bañarse en la
playa antes del atardecer, pero a su madre no le gustaba que su hija hiciera
eso, por lo que siempre le reprendía . Pero la muchacha no le hacía caso y seguía
bañándose en la playa.
Un día, su madre le mando una maldición.
Diciéndole que si se volvía a meter al mar se convertiría en sirena y jamás
volviera a salir de él. Pero la muchacha no le importó lo que le dijo su madre
por lo que una tarde antes de que se ocultara el sol, se fue a bañarse y al
meterse al mar nunca volvió a salir y quedo convertida en sirena.
Cuentan los pescadores que cuando salían
a pescar en botes de vela hacia la isla Lobos de Afuera aseguraban haber ido a la sirena cantar.
Mayormente se le escuchaba por la noche y por la
madrugada, por lo que la oscuridad y la densa neblina les impedía verla. Cuando
la embarcación se acercaba al sitio donde se encontraba la sirena; esta se sumergía
al agua oyéndose el ruido del agua. Algunos pescadores afirman haber visto a la
sirena en la orilla del mar cantando y tocando su guitarra. También hay algunos
que dicen haberla visto en estos tiempos.
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