Cuentan los ancianos que en el sitio
denominado el Cerrillo estaba encantado y que el demonio se quería apoderar de
ese lugar, dicen que a las 6.30 P:m. salían del cerro unas personas que se aproximaban
a la cuidad y empezaban a charlar con las personas del pueblo a decirles que se vayan con ellos porque si se iban con ellos. Se volvían ricos y que en
aquel cerro había mucho oro y así algunas personas avaras se iban con ellos y
nunca más regresaron.
Dicen que en el cerro había una cueva
y cuando entraron las personas al cerro esta se cerró y las personas gritaban. En
la media noche las personas que habían entrado,
salían del cerro mostrando el oro que había dentro y al amanecer desaparecían por arte de magia.
Cuentan también que querían llevar a todas
las personas y así es como aquel entonces decide bautizar el cerro y así es
como a las 12 del medio día todas las personas salen en procesión hacia el
Cerrillo dando alabanzas a Dios y cargando una Cruz.
Llegaron al cerro toda la gente
reunida alrededor empezaron a orar a Dios
mientras que escarbaban un hueco
para poner la Cruz una ve puesta la Cruz el padre bautizó el cerro y a las 12
de la noche se escuchaba gritos, ruidos como temblor y a la otra noche el
diablo se había marchado de ese cerro para siempre.
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